Datos relevantes sobre la visión de los bebés

Como todos los demás sentidos, la visión de los bebés se va desarrollando a medida que avanzan las distintas etapas del crecimiento.

Al nacer, la vista de una persona alcanza los 25/30 cm, cómo máximo y no pueden hacer foco con total claridad. Si bien los bebés ven los colores, inicialmente enfocan mejor los tonos blancos y negros.

Particularidades y la importancia de los juegos

Está comprobado que las niñas responden mejor a los estímulos visuales que los niños recién nacidos. Una prueba de ello es que una bebé suele deja de llorar más fácilmente cuando registra la cara de su mamá o papá, mientras que el niño necesita otro tipo de distracciones para calmarse.

En cuanto a los juegos, cabe destacar que recién a los 2 meses de edad un bebé comenzará a utilizar mucho más su propia vista. Los adultos notarán esta diferencia, ya que el niño o la niña empezará a seguir los objetos con la mirada pero, sobre todo, prestará especial atención a los rostros y sus expresiones. Por este motivo, los juegos realizando morisquetas o tapándose el rostro con las manos y luego destapándolo, son muy habituales para estimular la interacción.

Además, es en esta etapa donde los bebés comienzan a sentirse atraídos por juguetes que se balancean cerca de su cara y sus manos e intentarán alcanzarlos.

Fomentar el juego durante el segundo mes de vida es fundamental para desarrollar la conciencia del bebé y sus músculos oculares. A su vez, mientras mejor controla la vista, aumenta su curiosidad, favorece el equilibrio, la coordinación y el lenguaje.

Cómo detectar estimulación visual

Hay signos que te permitirán darte cuenta si un bebé tiene su visión estimulada. Por ejemplo:

  • notás que habitualmente está muy alerta;
  • mira siempre a su alrededor;
  • observa fijamente por largos ratos un objeto;
  • se disgusta cuando no encuentra fácilmente a su mamá o papá.

Sin embargo, los adultos debemos ser cuidadosos con los estímulos. Por lo mismo, se recomienda no tener la habitación de los bebés sobrecargada en su decoración y atenuar el contraste de las luces y las sombras, para evitar la fatiga visual.

A qué debemos prestar atención

Es muy importante que los adultos alrededor del bebé presten atención a determinados indicadores, para realizar una consulta pertinente con un/a especialista y así evitar afecciones futuras.

Estos son algunos signos que deberíamos considerar:

👉 el niño o la niña no sigue con la mirada el rostro de sus padres;

👉 realiza movimientos extraños;

👉 se muestra demasiado sensible a la luz;

👉 tiene sus párpados caídos (uno o ambos);

👉 se frota constantemente los ojos;

👉 sus pupilas se ven opacas o desiguales.

Hay varias patologías que son frecuentes en los niños y las niñas, sobre ello escribimos hace un tiempo. Si aún no leíste el artículo, hacé click acá.

Por último (y como siempre recomendamos), ante la menor duda no dejes de consultar con un/a especialista. Recordá que la prevención es una herramienta indispensable para preservar nuestra salud y también la de los bebés.