¿Sabías que existen ejercicios que podés realizar para preservar tu salud visual? Si bien los mismos no corrigen patologías, ayudan a prevenirlas, desarrollan capacidades visuales y colaboran a relajar los ojos, durante una larga jornada de estudio o trabajo.
Actualmente, estamos atravesados por las pantallas y esto requiere un mayor esfuerzo de nuestros ojos. La fatiga visual, la irritación o el escozor, son síntomas muy comunes en el día a día. Por este motivo, es importante conocer cómo hacer para mantenerlos protegidos.
A continuación, detallaremos ejercicios simples que podés realizar para mejorar la visión:
1 – Parpadear: hacerlo cada 3 o 4 segundos colabora a mantener los ojos hidratados y expulsa agentes externos que pueden ser dañinos. Si trabajás o estudiás durante muchas horas delante de una pantalla, te recomendamos mantenerlos cerrados fuertemente por 3 segundos y luego despegarlos. Repetí este ejercicio al menos 5 veces seguidas, quitando la vista de la pantalla.
2- Presión: con la yema de los dedos presioná suavemente tus ojos cerrados. Esto ayudará a activar el líquido intraocular por el lapso de unos breves segundos. Es recomendable realizar este ejercicio 2 veces al día, por la mañana y por la noche.
3- Acomodar y enfocar: coloca el dedo índice de la mano derecha delante del ojo, a la altura del codo. Detrás, a unos 15 cm apróximadamente, colocá el dedo índice izquierdo. El objetivo es que puedas alternar y enfocar la mirada en uno y otro, durante más o menos 1 minuto.
4- Descansar: aprovechá las pausas visuales recomendadas cada cierta cantidad de tiempo y apoyá las palmas de las manos, manteniendo los ojos cerrados. Esto favorece a aliviar la tensión ocular.
5- Mirar al horizonte: orientá la mirada hacia el punto más alejado que tengas. Hacerlo contribuye a relajar el nervio ocular.
Como mencionamos anteriormente, estos ejercicios no suplen ningún tratamiento llevado adelante por un/a profesional, ni corrigen patologías. Sin embargo, son beneficios al momento de preservar la salud ocular.
Por último, es importante destacar que la prevención es una pieza fundamental para la salud de tus ojos. Por lo tanto, no esperes a notar algún síntoma para visitar a tu oftalmóloga/o. Hacelo regularmente, 1 vez por año, para conocer cómo se encuentran tus ojos y detectar posibles patologías a tiempo.


